Ya pasado Pentecostés, un grupo de la Residencia de Personas Mayores Jesús de Nazaret, ha viajado en peregrinación a la aldea del Rocío, visitando el santuario mariano, devoción ferviente de muchos de ellos. 

Disfrutaron del paisaje marismeño, pusieron unas velas a la imagen, asistieron a misa y dejaron sus anhelos y agradecimientos a la Virgen y su hijo, momento en el que comenzaron el camino de vuelta con los corazones cargados de amor y dicha, contando los días para volver a verla.